Reseña: Unknown Mortal Orchestra- Unknown Mortal Orchestra. 2011

Por: Pako Maple

 

Cuando escucho sonidos del pasado me remiten a ese instante de una época diferente, en la que pensaba en el futuro; un futuro como elemento de progreso, donde los avances tecnológicos harían que las personas volaran con el uso de algún dispositivo o que tal vez alguna maquina nos tele-transportarían sin complicación de un lugar a otro en instantes, y en donde, habitaríamos hogares con un estricto sentido minimalista, funcional y complejo a la vez, con formas orgánicas y estructuras sostenidas como desafiando toda gravedad, con apariencia fría, metálica, hostil y tonos grises que evocarían en cada momento una época nueva que olvido el pasado cálido y humanista, esa fue de entrada la sensación que tuve al ver hace algunos meses el que fuera el nuevo álbum de Unknown Mortal Orchestra (UMO) con una portada que muestra una escultura arquitectónica futurista, utópica  rodeada de escasa vegetación en un medio hostil donde probablemente años atrás algo ocurrió; pero al abrir el disco y escuchar el primer track toda mi percepción cambio.

En el mes de Agosto aquí en Radioalterno estuvo como canción del día, una banda relativamente nueva UMO con su álbum homónimo Unknown Mortal Orchestra (2011) editado por Fat Possum Records; grupo que surge cuando cierto día en que, el líder de la banda Ruban Nielson nacido en Nuevazelanda con una incipiente trayectoria musical por aquellos lugares y radicado desde hace tiempo en Portland Oregon,  en el 2010 subió una canción sin poner mayor información solo el nombre de aquella tan prometedora pieza, que fue la carta de presentación de este nuevo proyecto que se generaba en su mente, “Ffunny Ffrends” tema que desde ese momento causo grandes expectativas grabando un EP de 7” después de un “éxito” relativamente rápido por algunos medios.

Posteriormente se integraron al proyecto Jake Portrait y Julien Ehrich para grabar lo que seria su disco debut, placa que retoma sonidos del pasado, las transforma para crear canciones con ese sentido que muchas bandas han dejado olvidado, sonidos viejos de esa acida psicodelia perdida con el paso de los años, melodías minimalista, atemporales y que mezclando sonidos que refieren a todo, pero con un toque único y con capas sonoras “imperfectas”, “sucias” que hace pensar que el futuro no será tan malo cuando llegue, y que bandas así deberían de existir para dar sentido al presente; y es esta canción la que abre la primera entrega de tan prometedor proyecto “Ffunny Ffrends”  melodía con letra muy simple pero compuesta con una base rítmica que se queda en la mente por horas, integrada por vocales y coros que perforan cada parte de ese pasado que se ocultan entre sonidos oscuros, es como si se escuchara esos discos viejos de vinil sin limpiar donde la aguja del tornamesas raspa cada surco evocando esos ruidos con diversas texturas lo-fi; la "aguja" avanza y se escucha  “Bicycle” tal vez la mejor canción del disco, las guitarras marcando ese modo tan sutil en toda la canción como fondo, pero que es el elemento principal para que esta canción se filtre en los odios y termine mostrando diversos momentos interesantes que al terminar quieres volverla a escuchar otra vez sin detenerse.

“Thought Ballune” construir islas en el cielo mientras viajo en un globo que inflé con estos pensamientos que se dispersan mientras trato de escapar porque soy prisionero de mi mente; todo ello con sonidos psicodélicos con solos de guitarras, los años del pasado envidiarían estas melodías que fueron creadas para un futuro tan ambiguo como el presente; continua “Jello and Juggernauts” desde el inicio de esta canción se queda “pegada” como una gelatina, puede ser por ese beat que la acompaña, o la batería, o los coros o todo a la vez. “How Can You Luv Me” melodía con un poco de estructura basada en  el funk y con un grado de nostalgia en la letra en donde tiene toda la razón; las lagrimas solitarias no son las mejores compañías en un medio hostil, pero son mejores si son acompañadas por diversos sonidos que hacen “viajar” a ciertos lugares desconocidos.

También se encuentra “Nerve Damage!” y “Little Blu House” con elementos sónicos que hacen pensar porque no, hay que intentar movernos, desplazarnos a ese futuro con todos estos elementos recuperados en ese pasado y llegar allá, a ese lugar en un futuro sin más sentido que el que dejo tantos "sonidos lisérgicos" que se  impregnan en los oídos. Le sigue “Strangers Are  Strange” y cierra “Boy Witch” una canción tan abstracta como cada sonoridad que ahí se escucha, es como si se hubieran encapsulado algunos ruidos que más nos agradan o todos aquellos últimos sonidos que se escucharon antes de abandonar el pasado y permanecieron ahí durante mucho tiempo; y un día después de tantos años éstos son liberados y se reproducen en un periodo de tiempo determinado: aves silbando y volando alrededor, timbres de algunas bicicletas que pasan, guitarras distorsionadas, junto con momentos apacibles, más silbidos de aves; batería, todas esas resonancia que circulan y se trasmutan por una delgada línea del tiempo sobre una breve nostalgia que se reproduce en esos momentos.

Sin duda el disco de UMO será una de estas placas que formaran parte de esas listas de lo mejor del 2011, porque tiene la particularidad de ser un disco diferente, pero también es un disco que deja en el ambiente un toque de remembranzas del pasado con nueve canciones que se conjuntan íntimamente con viejos sonidos y con un efímero, desconcertante y probable futuro; tal vez no tengamos que esperar a que este llegue, porque  tal vez el futuro es hoy, y nos brinda una alternativa interesante que no requiere estar bajo el influjo de ningún ácido solo bastan unos audífonos para poder disfrutarlo y viajar en esos instantes de cada melodía.

Un disco que todo aquel melómano en busca de nuevas propuestas y sonidos "innovadores" debe de escuchar antes de que termine este año o se correrá el riesgo de que el futuro los disperse en fragmentos tan pequeños que serán difíciles de recuperar una vez más.